Viviendo en la casa poliandrica

 Reseña de The return of Polyandry: Kinship and Marriage in Central Tibet *

 
 Santiago Lazcano
 
 
 
Heidi E. Fjeld
The return of Polyandry: Kinship and Marriage in Central Tibet
210 páginas, 2022,
Berghahn Books
 
Acceso libre en línea: 
 
 
 
 
 
 
Todo el mundo quiere una vida mejor
(Drolma, nama de la casa de Gongbo)
 
 
La forma poliándrica del matrimonio (una mujer casada con dos o más hombres que son habitualmente hermanos) ha suscitado siempre sorpresa y curiosidad en Occidente. En el mundo tibetano la poliandria o zasum ha estado históricamente presente en muchos lugares como una opción matrimonial disponible entre otras a la hora de organizar el sistema familiar y de parentesco. Con la entrada del s. XXI en el Tíbet Central rural, y contra lo que cabía esperar, la modernidad y el desarrollo económico no provocaron un debilitamiento de la poliandria sino un fuerte resurgimiento de esta variedad matrimonial.

Este creciente fenómeno no escapó a la aguda mirada de la antropóloga y tibetóloga noruega Heidi Fjeld, que en “Return of polyandry” nos presenta un completísimo estudio del matrimonio poliándrico en el Tíbet central rural en los primeros años de la década de los 2000.

Su trabajo se revela como muy necesario y contribuye a rellenar un importante vacío, pues los escasos estudios anteriores (con algunas excepciones) databan ya de hace unas cuantas décadas.

Fjed desarrolla lo que ella denomina “una etnografía histórica” de la poliandria, y del más amplio sistema de parentesco, en una aldea campesina de la provincia central de Tsang, en el Tíbet Central. La localización del estudio es la aldea de Sharlung (seudónimo acuñado por la autora) que se encuentra en el condado de Panam de la Prefectura de Shigatse.
 
Su trabajo es el resultado de una investigación de campo durante varios periodos entre 2000 y 2005, además del uso de otras fuentes escritas. La autora combina en su investigación técnicas observacionales y conversacionales. Entrevista a miembros de todos los hogares de Sharlung, pero se centra en quince casas con los que mantiene conversaciones prolongadas y habituales,  especialmente con las ocho personas de la casa del jefe de la aldea (que era su hogar anfitrión) y otros cinco interlocutores clave. Incluye también en su encuesta a monjes y monjas, y a los líderes de la zona. Entrevista además a expertos en rituales, y a trabajadores cualificados de origen bajo. Su estudio se beneficia también de la valiosa aportación de un estudioso local experto en budismo que le acompañó ejerciendo de intérprete, guardián, observador y asistente de investigación.
 
El libro se estructura en 6 capítulos que en conjunto, y según sus propias palabras, dan lugar a "una sensación de movimiento; dentro y fuera de la casa"; y a través de los cuales ella va examinando los distintos elementos que configuran el fenómeno poliándrico:

El capítulo 1 aborda la causas del resurgimiento de la poliandria en Tsang. Señala la descolectivización de 1980 - y el acceso de los campesinos pobres a las tierras que conllevó - como el detonante de la vuelta a la preferencia por la poliandria fraternal. Al tener tierras que conservar, la presencia de varios maridos aumenta las posibilidades de obtener ingresos diversificando las actividades productivas, y la estrecha relación entre hermanos varones trabaja también a favor de este sistema. Se consigue así preservar el hogar corporativo.

El capítulo 2 explora las diferentes vías por las que se llega a ser miembro de la casa en la sociedad campesina del Tíbet Central, sean éstas la filiación, el matrimonio o la adopción. Aunque la importancia de la ideología patrilineal es más teórica que práctica, la filiación proporciona las posiciones estructuralmente centrales dentro de la casa poliándrica, donde impera la lógica de maximizar el trabajo masculino dentro de la unidad establecida.

El capítulo 3 nos habla  de las relaciones entre los hermanos co-esposos y de la autoridad del hermano mayor o genshö (que engloba socialmente a los demás), del liderazgo y representación de la casa, la paternidad común, la distribución del acceso sexual o kora khor, los modelos de masculinidad, y los conflictos entre los miembros de la casa.

En el capítulo 4 se examina el papel esencial que dempeña la nama o esposa y la negociación del liderazgo femenino en la casa. La nama parte de su posición subordinada y depende de sus habilidades y disposición (en las tareas domésticas y el justo reparto del afecto a sus maridos) para adquirir un papel central en la casa.

El capítulo 5 revisa la casa como espacio cosmológico, y su naturaleza ritual y protectora. Repasa también sus espacios vertebrados por un eje vertical, reflejo de la jerarquía del espacio y del hombre, donde lo alto es puro y lo bajo es impuro.
 
El capítulo 6 por último se ocupa de las redes de ayuda mutua entre las casas, y de la moral de obligación y principio de mutualidad por los que se rigen. Trata también la exclusión de las personas y hogares de clase baja o impura (menrik), y del miedo a la contaminación ritual o drip.

El libro presenta un análisis exhaustivo de los factores que llevan a la elección de la poliandria por cada vez más personas, y de los roles desempeñados en la familia por sus distintos componentes. Las explicaciones económicas están en el centro del análisis. Como dice Drolma, todo el mundo desea vivir mejor, y la poliandria asegura la indivisibilidad de las tierras y el aumento de la riqueza material, además de repartir la carga de trabajo y limitar el crecimiento de la población. Pero Fjeld nos muestra también certeramente la riqueza inmaterial del hogar poliándrico, a través del examen de la casa corporativa  - y de sus pobladores humanos y no humanos – así como de su importante significación ritual y social.

La constitución sociocultural del hogar corporativo o khyimtsang en Sharlung encaja con las características que Lévi-Strauss confiere a la casa como "persona moral" o "entidad corporativa": tiene nombre, riqueza material e inmaterial, biografía y reputación, e interactúa con otras casas. Siendo esto así, y dado que las casas son los lugares de creación de parentesco y constituyen el núcleo de los grupos de parentesco en Sharlung, Fjeld adopta una perspectiva de la casa inspirada en el concepto de Lévi-Strauss de la casa como "persona moral" (personne morale). Explora "la casa" como un instrumento analítico y nos muestra el potencial de ver Tíbet como una "sociedad de casas" para superar las contradicciones entre la ideología patrilineal teóricamente imperante y la práctica real.  Este enfoque analítico permite mirar más allá de la rigidez de las normas, las ideologías de la descendencia y los grandes modelos de parentesco. La casa es el núcleo, la unidad organizadora, protege del entorno y proporciona un sentido de pertenencia. Pero también contiene una historia y un estatus, define la identidad social, y genera unos derechos y unos deberes ante la comunidad.

La centralidad de la casa y su interconexión con la poliandria reflejan la flexibilidad y el pragmatismo del sistema  de parentesco tibetano y pueden servir como caso de lo que la autora denomina "parentesco de potencialidad". Los principios de parentesco compartidos ofrecen a los tibetanos posibilidades y potencialidades culturales, al maniobrar en contextos sociales y políticos que afectan a las sensibilidades de parentesco. Las formas matrimoniales son principios organizativos socialmente aceptados, y pueden emplearse unas u otras dependiendo de las circunstancias.  El cambio de las prácticas matrimoniales depende de transformaciones culturales y políticas y de múltiples factores externos e internos. Así, unas dominan en determinados contextos, mientras otras siguen existiendo en un segundo plano.

La poliandria es una posibilidad a tener en cuenta entre varias formas de organización, es un potencial: las formas de matrimonio son flexibles, y las motivaciones de la elección pragmáticas -en el caso del Tíbet central, tanto el sistema impositivo tradicional de tenencia de la tierra, como el contemporáneo que dio acceso a los campesinos pobres a la tierra, incentivan su práctica-. La disponibilidad de esta amplia gama de principios y prácticas (que forman, y son formadas por el parentesco de potencialidad) es compartida en todas las sociedades tibetanas.

El libro está escrito en un estilo claro y cercano. La autora va recorriendo los diferentes aspectos de la poliandria a través de relatos etnográficos y vitales de personas concretas que cuentan en primera persona cómo se perciben a si mismos y a sus familiares y vecinos, cómo negocian las dificultades y las emociones que experimentan. Examina las causas y consecuencias de su evolución en el tiempo y muestra la función del matrimonio poliándrico en la estructura social del Tíbet central. El texto se acompaña además de hermosas fotografías en color para ilustrarlo.

Este excelente trabajo será, en definitiva, de gran valor para tibetólogos y estudiosos de la antropología del parentesco, pero también para cualquier persona interesada en conocer la poliandria como fenómeno social y cultural, o con curiosidad por la organización social y familiar de las regiones tibetanas.

* Una versión en inglés de esta reseña ha sido publicada en Yeshe. A Journal of Tibetan Literature, Arts and Humanities. Vol. 3, No. 1 (2023): https://yeshe.org/the-return-of-polyandry-kinship-and-marriage-in-central-tibet/
 
 

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Santiago Lazcano
email: khawachenbod [at] gmail.com

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